El Valencia Basket arrancó la temporada de la LF Hypermotion de manera espectacular, con un ambiente festivo en La Fonteta.
El equipo taronja se impuso con un trabajado 81-68 al Joventut de Badalona, un recién ascendido que plantó cara hasta el final, destacando la actuación de Mariam Coulibaly con 29 puntos y 8 rebotes.
El quinteto inicial del Valencia estuvo formado por Leticia Romero, Queralt Casas, Alina Iagupova, Nadia Fingall y Bernadett Hatar.
Queralt Casas abrió el marcador con una asistencia de Romero, pero pronto las visitantes respondieron con un parcial de 7-0, liderado por Dembele y Coulibaly.
Valencia Basket parecía algo desordenado al inicio, con dificultades defensivas y pérdidas que aprovecharon las catalanas para dominar el primer cuarto, cerrándolo 17-19 a su favor.
En el segundo cuarto, el Valencia Basket reaccionó, gracias a un inspirado Leticia Romero, que encadenó 10 puntos consecutivos, y a la contribución de Vitola desde el banquillo.
A pesar de la férrea defensa del Joventut, las locales lograron abrir una brecha de 10 puntos antes del descanso, con un marcador de 40-33.
El tercer cuarto fue un intercambio constante de canastas, con Coulibaly manteniendo al Joventut en el partido con su acierto tanto en la pintura como desde el triple.
Sin embargo, el conjunto taronja, liderado por Romero y Mavunga, supo gestionar la presión y cerró el tercer período con una ventaja de 62-55, aunque el resultado seguía abierto.
En los últimos minutos, Kristine Vitola asumió el liderazgo ofensivo, siendo clave para mantener la ventaja del Valencia Basket.
A pesar de los intentos de Coulibaly por recortar distancias con sus triples, Vitola y Leticia Romero se encargaron de sentenciar el partido, asegurando una victoria de 81-68 en una jornada redonda para el equipo y su afición.
Este triunfo supone el primer paso en la defensa del título de Liga para las actuales campeonas, en un partido donde el Joventut demostró ser un rival digno, pero el equipo dirigido por Rubén Burgos supo imponer su calidad y profundidad de banquillo en los momentos clave del encuentro.
