La avería de un ascensor no suele ser una de esas cosas que pasen a la posteridad y queden en la memoria pero, para una pareja de Paterna, ha resultado ser un elemento fundamental en el día de su boda.
Y es que, cuando llegaron al Ayuntamiento junto a las personas que iban a actuar como testigos de su enlace, comprobaron que el ascensor no funcionaba, un hecho relevante si tenemos en cuenta que uno de sus testigos iba en silla de ruedas y era la única manera de acceder al salón de plenos ubicado en el primer piso.
Ante esta circunstancia, el concejal encargado de la boda, Santiago Lucas, de Compromís per Paterna, tomó la decisión de cambiar la ubicación del enlace y, así, se tomó parte de la sala de espera, ubicada en la planta baja del edificio consistorial, para celebrar la boda.