Una concentración de varias decenas de personas (miembros de entidades ecologistas, sindicatos, partidos políticos…) han conseguido frenar, al menos por hoy, el derribo del mítico Forn de Barraca, en plena huerta de Alboraia, una construcción tradicional que ha quedado dentro de la zona de afección de las obras de ampliación de la V-21.
Por la mañana, unas 30 personas estaban en la zona para impedir que la empresa constructora hiciera el trabajo. Los trabajadores han vuelto tiempo después con la Guardia Civil que ha informado a los manifestantes de las consecuencias de persistir en su bloqueo. Sin embargo, han continuado allí y finalmente, empresa y agentes se han marchado por hoy.