Un agente de la Policía Nacional en prácticas ha salvado en Aldaia la vida de una bebé de un mes que se había atragantado y no respiraba tras realizarle la maniobra de Heimlich, con la que logró que la menor expulsase grumos de leche y volviese a respirar.
Uno de los agentes, en periodo de prácticas, comprobó que la bebé no respiraba y se encontraba con la cara hinchada y sin moverse, así como que al parecer se había atragantado, realizándole rápidamente la maniobra de Heimlich.
Tras abrirle la boca, la colocó sobre su antebrazo boca abajo y le dio varios golpes en la espalda, consiguiendo que expulsase grumos de leche.
Tras repetir la intervención, logró que empezase a llorar y recuperase la respiración, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado, en el que indica que, al parecer, poco antes la bebé había tomado un biberón.
En el trascurso de estos hechos, se solicitó también asistencia sanitaria y la bebé fue finalmente trasladada a un centro hospitalario para su observación.