El estudio aborda la planificación y la gestión de la agricultura periurbana y sus paisajes culturales. Según sus autores, el futuro de la huerta es “incierto” por la confluencia de diversos procesos como la reducción de tierra cultivada, la contaminación, los planes de infraestructuras, el urbanismo disperso, la pérdida de rentabilidad, la baja renovación generacional de agricultores y el abandono del patrimonio cultural.
Por todo ello, el artículo recoge diversas recomendaciones con el fin de revertir el proceso de decadencia que sufre la huerta periurbana. Romero estima que, en primer lugar, es “urgente que el sector público se implique mediante políticas efectivas, coherentes y sostenibles, como también, propiciando una planificación a escala metropolitana, lo que requiere la recuperación en la arena política y el desarrollo del Plan de Acción Territorial de la Huerta, actualmente paralizado, en el ámbito autonómico y con el apoyo de los municipios afectados”.
Agricultura multifuncional
El profesor Joan Romero advierte de que la protección de las huertas periurbanas también requiere incrementar la información al público, una nueva concepción del territorio, del agua y del paisaje, junto con una conciencia ciudadana mayor. “Y es en este contexto cuando la idea de una agricultura multifuncional aparece como relevante”, explica.
Además, el futuro de la huerta, en opinión de Melo y Romero, también depende de una visión amplia y fuerte de la sociedad civil, la cual pueda ver en estos espacios genuinos parte de su historia colectiva y, a la vez, “ser capaces de mirar hacia el pasado y de cara al futuro con respeto y sensibilidad, siendo responsables del paisaje y el territorio, y entendiendo que los humanos no somos el centro de la naturaleza”.