El acto vandálico de un grafitero contra su tienda de camisetas de Benimaclet lleva camino de convertirse en un negocio lucrativo para Goatxa. Juanfran, el propietario del establecimiento, pensó que podía hacer una broma que molestara el grafitero y sacar provecho y ha acabado convirtiéndose en una oportunidad de negocio.
Antes de limpiarla Juanfran decidió inmortalizar la pintura y se le ocurrió la idea de hacer negocio. Juanfran decidió registrar la marca, poner la marca en sus camisetas y ponerla a la venta en su tienda on line.
La broma ha acabado siendo un negocio fructífero, Juanfran ha explicado que en 48 horas ha hecho una caja de 3.000 euros, con pedidos que llegan de todas las partes de España.