Ya se ha iniciado la segunda fase del Plan de Reforestación y Conservación de la Serra Perenxisa con la plantación de los primeros árboles en las zonas afectadas por el incendio y por la plaga del Tomicus.
Así, se ha iniciado la recuperación con las primeras plantaciones en la zona afectada por el incendio, allí donde no se conseguiría de forma natural por la falta de regeneración del Pinus Halepensis Mill, diseñando la implantación de una masa arbórea según las condiciones orográficas del terreno, e introduciendo una mayor cantidad de especies arbóreas que están en minoría frente al Pinus Halepensis Mill, para que haya mayor diversidad y fortalecer el ecosistema.
Las especies que se están plantando –para un total de 10.475 árboles- son el pino –el más presente en todo el paraje y el más resistente a la sequía-, la encina, el madroño y el palmito, con un tubo protector frente a la fauna cilíndrico de doble capa –que se mantendrá unos cinco años-, “basando la selección en la idoneidad de cada planta, en los antecedentes e intentando favorecer las especies menos presentes, para aumentar la biodiversidad”, ha señalado Amat.
En el momento de la implantación, y con el fin de mejorar el arraigo de las plantas introducidas, se introduce una sustancia llamada hidrogel, que provoca que la humedad que existe en el suelo quede retenida para que poco a poco se vaya liberando otra vez al exterior, justo cuando la humedad de este suelo sea inferior a la que posee el hidrogel.