Los tambores de Yamato sembraron de ‘Pasión’ el Teatro Romano de Sagunto

Se escribe 壮大な pero se pronuncia ‘Sodaina’ que quiere decir “espectacular” en japonés, y nada refleja mejor lo que se vivió anoche en el Teatro Romano de Sagunt con los ocho componentes del grupo ‘Yamato, The Drummers of Japan’ y su espectáculo de percusión.

Con más de una docena de diferentes ‘taikos’, los tambores típicos japoneses ofrecieron un espectáculo de una hora y media a un público que abarrotó el anfiteatro saguntino y que acabó maravillado con la energía, la fuerza, la coordinación  y la espectacularidad de estos ocho colosos nipones.

‘Pasion’ es el título del espectáculo con el que giran por Europa este verano y con el que lograron conectar con el público valenciano, con pequeños momentos de humor y participación de los espectadores con los que se ganaron la ovación y que lograron algo complicado en espectáculos de otras culturas donde la barrera idiomática es infranqueable, y es que los gestos y la música establezcan un diálogo con el público que lo incluya dentro del concierto. Y Yamato lo consiguió en Sagunt.

Todos ellos realizan sobre el escenario toda una demostración de habilidad y forma física al frente de este tipo de tambor tradicional nipón, que se caracteriza por su gran tamaño y peso, que en algunos casos llega hasta los 500 kilos.

Los artistas que intervienen, además de una férrea disciplina física y habilidades musicales, son capaces de transmitir energía, pasión y la espiritualidad de la tradición japonesa que aquí se torna más festiva. Los cambios de ritmo, que según sus componentes son el reflejo de los latidos del corazón, son una constante en el espectáculo en el que también se emplean otros instrumentos tradicionales japoneses como la chappa (unos pequeños címbalos) o el shinobue (flauta travesera de bambú).

Un espectáculo para los sentidos llegado de otra cultura a la altura de lo que se espera de Sagunt a Escena, porque Yamato celebró su 25 aniversario en 2018 con giras y actuaciones en más de 50 países diferentes, con 3.500 actuaciones que llegaron a casi 8 millones de espectadores . Y en Valencia debíamos disfrutarlos, nos debían la visita.