El trío formado por Ricardo Ten, Pablo Jaramillo y Alfonso Cabello conquistó este domingo la tercera medalla paralímpica para la selección española de ciclismo en París 2024, al lograr la plata en la velocidad por equipos y mejorar así los bronces de Río 2016 y Tokio 2020.
El equipo español marcó el segundo mejor registro en la clasificatoria en el Velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines (que acogió la última jornada del ciclismo en pista), con un tiempo de 49”466, sólo por detrás de Gran Bretaña (48"493), con lo que ambas selecciones se clasificaron para la final.
Ya en la lucha por el oro, Ten, con una gran dosis de motivación para la cita y tras haberse llevado ya un bronce en la persecución individual fue el encargado de realizar la arrancada para el equipo nacional, con Jaramillo en el segundo relevo y Cabello, que también subió al tercer cajón del podio en el kilómetro, culminando el trabajo de sus compañeros en la última posta.
El equipo español concluyó en la segunda posición con un crono de 49"564, en tanto que el británico, que fue por delante durante toda la prueba, invirtió 47"738 en realizar las tres vueltas al velódromo.
Décima medalla paralímpica de su carrera
Con 49 años ya cumplidos, Ten suma de esta manera la décima medalla paralímpica de su carrera, aunque la mayoría de ellas las ha conseguido en la disciplina de natación. En total siete de ellas han llegado desde la piscina (tres oros, una plata y tres bronces) y solo dos en ciclismo (dos bronces).
Ricardo Ten puso fin en 2016 a una exitosa carrera como nadador que le llevó a participar en cinco Juegos Paralímpicos en los que ganó tres oros, una plata y tres bronces.
Tras dejar de lado el bañador probó el ciclismo y en los ocho años que lleva sobre la bicicleta no ha dejado de acumular metales de todos los colores en Mundiales y diversas competiciones internacionales.
La vida de Ricardo Ten, sustentada por una capacidad de superación inigualable, cambió a los ocho años. Fue con esa edad cuando sufrió un accidente cuando estaba jugando con su primo encima de una casa de campo. Había unos hierros cerca y por encima pasaba un tendido eléctrico, con tan mala suerte de que, mientras jugaba, una barra de hierro debió de rozar a Ricardo y se electrocutó. Llegó al hospital con el 75% de su cuerpo quemado, pasó por varias operaciones y sufrió la amputación de los dos brazos y una pierna.
