La alcaldía ha pedido un informe para estudiar el patrimonio inmatriculado por la Iglesia Católica en la ciudad de València y que se acerca a la cuarentena de bienes. La mayoría de las inmatriculaciones corresponden a edificios religiosos pero también se constata la presencia de viviendas, centros parroquiales, almacenes, edificios de actividades pastorales y dependencias complementarias. El alcalde Joan Ribó no descarta “iniciar los procesos legales correspondientes para recuperar estos bienes si alguno pudieran ser de carácter municipal”.

La lista de bienes patrimoniales inmatriculados por la Iglesia en la ciudad de València supera la treintena de edificios, entre los cuales se detectan una gran parte de las iglesias de la ciudad, entre ellas la Catedral, la iglesia de santa Catalina, la iglesia de Carmen o la del Temple y sus dependencias complementarias. Igualmente el listado incluye templos, ermitas y parroquias de los pueblos de València, como Borbotó, Mauella, Benifaraig, Carpesa o Cases de Bàrcena. Entre los bienes inmatriculados en la ciudad se encuentran también edificios, viviendas, almacenes, centros y dependencias complementarias.
El alcalde, Joan Ribó, ha afirmado que “el conocimiento de la lista de bienes inscritos por la Iglesia mediante una ley absolutamente intolerable que el señor Aznar hizo en su día ha permitido que la Iglesia pudiera inmatricular sin control público adecuado y nos abre la posibilidad de que el Ayuntamiento de València estudie esta lista en caso de que pudiera haber algún bien de carácter municipal”. Ribó ha anunciado que “en caso que fuera así, comenzaremos los procesos legales correspondientes para recuperarlos”. El alcalde ha afirmado que “no se trata de los bienes de culto pero, evidentemente, hay propiedades de distinto tipo que, en principio, no está clara su pertenencia a la Iglesia”. El alcalde ha destacado “la herencia envenenada, una más, que nos deja el Partido Popular”.