El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado la decisión de solicitar al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) la implantación del pasaporte COVID obligatorio para entrar en el interior de establecimientos de hostelería y restauración con aforo superior a 50 personas y también en locales de ocio y entretenimiento y espacios destinados a actividades recreativas y de azar con servicio de restauración con el mismo tipo de aforo, así como para visitar centros hospitalarios y residencias públicas y privadas.
Ximo Puig ha comparecido, junto a la consellera de Sanidad y Salud Pública, Ana Barceló, tras la reunión de la Mesa Interdepartamental para la Prevención y Actuación ante la COVID-19, en la que se ha acordado esta medida, y ha expresado su confianza en que reciba la validación del TSJCV, porque, como ha argumentado, es "proporcional, necesaria y de urgencia" y tiene como objetivo "proteger la salud de la población y garantizar el derecho más fundamental de todos: el derecho a la vida".
Puig ha agregado que, con la implantación del pasaporte COVID, se busca "generar espacios más seguros" y "convencer y animar" a las personas no vacunadas "a que den el paso responsable y sensato que ya han dado 9 de cada 10 valencianos". "La libertad tiene unos límites. No existe el derecho a contagiar a los demás. No existe la libertad de saturar los hospitales", ha enfatizado.
Cartel identificativo y régimen sancionador
En la entrada de los locales referidos habrá un cartel identificativo sobre la necesidad del pasaporte COVID y las personas que deseen acceder a ellos tendrán que presentar el certificado -en papel o en el móvil-, junto a su DNI o documento acreditativo de su identidad. No se conservarán los datos ni se generarán ficheros con ellos.