Por la mañana, después de una decisión tomada por los colectivos encargados de los actos religiosos, la Virgen María de la Vallivana fue desde su ermita hasta la iglesia de Sant Cristòfor, en medio del fervor y devoción de la numerosa ciudadanía asistente.
Posteriormente, por la tarde noche, transcurrió la procesión por diferentes lugares de la población, y en donde la imagen, llevada por la Colla de Portadors, recibió el afecto y aprecio de su pueblo. Un itinerario, el cual concluyó en la Ermita, lugar en que se cantó el Cant de la Carxofa, a cargo de José Escorihuela Herrero, con las notas de la Sociedad Artístico Musical y el coro de la Asociación de Amigos de Cristòfor Aguado y Medina.