Con el objetivo de mejorar la convivencia ciudadana y mantener más limpio y habitable el municipio, la Policía Local de Picassent está patrullando de uniforme, y también de incógnito, las calles, las plazas y los parques para controlar la recogida de excrementos caninos por parte de los dueños de los perros.
Por ello, se solicita la colaboración ciudadana para detectar este tipo de infracciones. Esta situación se ha convertido en un problema que ha llevado a la Concejalía de Seguridad Ciudadana y a la Policía Local a iniciar esta campaña con el único objetivo de mantener limpio Picassent. La sanción para los propietarios que no cumplan la normativa es de 100 euros.
Con ello se pretende, además, “recuperar valores como la tolerancia y el civismo en nuestro entorno más cercano”, según afirma el concejal del área, Salvador Morató.
Tal y como refleja la Ordenanza municipal, las personas que conduzcan perros, impedirán que estos depositen sus excrementos en vías públicas (aceras, jardines, paseos , lugares de juego) y, en general, en cualquier lugar destinado al tránsito de peatones. Por eso, en el caso de que los excrementos queden depositados en lugares no permitidos el propietario del animal está obligado a recogerlos, retirarlos en bolsas y depositarlos en las papeleras recolectoras instaladas para este fin.