El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Valencia ha condenado al Ayuntamiento de la Pobla de Farnals a indemnizar con 7.585 euros al dueño de un perro que murió electrocutado en 2017 al tocar una farola cuyo cableado se encontraba en mal estado. El Consistorio no recurrirá la sentencia y ya ha abonado la indemnización.
El alclade ha explicado que "el sistema eléctrico estaba deteriorado y como los animales no tienen aislamiento en las patas, el perro se electrocutó; en el caso de que una persona hubiera tocado la farola probablemente no hubiese pasado nada. Es una pena, la verdad, lo sentimos mucho".
Palanca ha apuntado que las deficiencias de la farola en cuestión "no eran un problema aislado, sino que la red tenía muchos más fallos como consecuencia de dos décadas de abandono de las infraestructuras básicas", en referencia a los anteriores gobiernos locales. "Esos fallos se conocían, pero se acometían únicamente reparaciones puntuales".