Tras pasar la noche en tiendas de campaña, varias decenas de personas se han concentrado a primera hora junto al Forn de Barraca, en Alboraia, para evitar un día más que fuera derruido dentro de las obras de ampliación de la V-21.
Ante la mirada de los manifestantes, los trabajadores han abierto un agujero en una de las paredes laterales y han conseguido cargar el camión con enseres que había en el interior de la alquería. Sin embargo, una sentada ha impedido que el camión pudiera marcharse durante varias horas.
Los agentes de la Guardia Civil han terminado por marcharse antes del mediodía y solo después, los manifestantes, que siguen en el lugar y que suman más de medio centenar de personas, han dejado marchar al operario con su carga.
En la zona permanecen varias decenas de activistas, que mantienen reuniones para planificar acciones con las que retrasar el derribo de esta alquería de principios del siglo XX. Los organizadores de la protesta consideran que la ampliación de la V-21 es "innecesaria" y supone un gasto público "multimillonario" y una pérdida de terrenos de huerta productiva.