Han pasado días desde que Valencia empezó a sufrir, como nunca. Y como valenciano y ciudadano, quiero dedicar hoy un artículo de opinión a las personas que lo han perdido todo.
Valencia es el punto cero para que cambien las cosas de una vez. Pero para eso hemos visto morir ahogados a niños, amigos y vecinos. Queda mucho que limpiar, queda mucho por hacer y poco, a estas alturas, que decir.
Queda guardar en la memoria los muertos que se ha llevado esta tragedia. El que ha venido de fuera a ayudar a las miles de familias que lo han perdido todo, pierde el habla ante la situación que aquí se está viviendo.
La gestión de la Dana ha sido tan catastrófica, como la propia catástrofe y así lo estamos viendo. Quizá viviendo de primera mano lo que expresan los ciudadanos de mi tierra, se queda corto para lo que es ver lágrimas de familias y familias rotas de dolor. Los Reyes de España con su visita, con las lágrimas de ellos, nos hicieron sentir el dolor inhumano de todas ellas.
Oír "se ha caído un puente" no impacta tanto, como cuando sabes que hay mayores a un lado y los hijos al otro, sin saber si están vivos, muertos o si pudieron sobrevivir a las primeras horas del desastre, es desgarrador.
Y es curioso, que no he oído a ningún político dar las gracias a los medios de comunicación, que han hecho una verdadera labor social, poniendo todos sus medios y periodistas a disposición de las familias para encontrar cuerpos con vida o para hacer llegar hasta el último rincón de España esa imagen de desesperación que sirvió para generar todo un movimiento de Solidaridad Nacional.
iAy! si el Gobierno Central y el Autonómico hubieran sido capaces de entenderse. iAy! si hubieran sido responsables priorizando vidas por encima de protocolos. Cuidado, que en sus programas electorales los dos hablan de eliminar burocracia y la burocracia ha matado personas.
Siempre he creído en la fuerza de los jóvenes. Han sido, son y serán parte importante para la reconstrucción.
Ellos nos han enseñado lo que es estar HARTOS. Sí. HARTOS con mayúsculas.
HARTOS, de que los políticos tarden en tomar decisiones en las ayudas, mientras el pueblo necesitaba ayuda.
HARTOS de que la ciudadanía tenga que salvar a sus vecinos por la lentitud de los gobernantes. Curioso que el pueblo que sufre es el que hace que ellos puedan comer bien.
HARTOS de políticos leyendo discursos, mintiendo, para salvar puestos y sillones, mientras no han sido capaces de salvar a muchos ciudadanos de morir ahogados o arrastrados por las aguas.
HARTOS de ver a sus padres pagar y pagar y que cada vez sean más pobres y tengan menos oportunidades de desarrollo.
HARTOS de oír insultos entre unos y otros mientras ellos salvan una casa, un negocio o a una persona.
Valencia debe servir de ejemplo de cómo no se tienen que hacer las cosas. Valencia debería ser el punto cero para que el pueblo exija gestión eficiente a los que han votado.
No es un mal sueño. Es una cruda realidad. Los valencianos seguiremos reivindicando para que se asuman responsabilidades y la justicia se pronuncie en su momento para que algunos asuman los fallos, pues se pudo haber reducido la catástrofe inevitable.
Valencia llora de dolor por culpa de la poca profesionalidad de muchos responsables técnicos y políticos.
Valencia reconoce que los medios de comunicación y la ciudadanía están ayudando como nadie en la salida de los momentos más difíciles.
Tanto el Gobierno Central y el Autonómico han de poner todos sus esfuerzos en la recuperación, tiempo tendrán Sánchez, Mazón y sus equipos en dirimir responsables, responsabilidades que finalmente la Justicia determinará.
Ahora toca ser responsables con la catástrofe y ser responsable contigo.
[ José Enrique Aguar| Presidente de Contigo Somos Democracia | @aguarVila ]
