En los últimos días hemos leído diversas declaraciones de expertos y técnicos que han puesto de manifiesto, tras analizar los desastres causados por la riada del 29 de octubre de 2024, la responsabilidad del gobierno de Pedro Sánchez en la magnitud de la misma.
Esta afirmación es demoledora ya que pone de manifiesto que los proyectos hidráulicos para evitar las riadas tanto en los barrancos del Poyo y de la Saleta, así como en los ríos Magro, Júcar y Turia estaban sobre la mesa y el gobierno de Pedro Sánchez no los ejecutó y la ley de l'Horta del gobierno de Ximo Puig y de los radicales de izquierda de Compromís sirvió de coartada para no invertir en obras de prevención.
El falso ecologismo de esta izquierda valenciana que prefería mantener las cañas en los barrancos a hacer obras que salvaran vidas, es lo que está en el origen de los catastróficos daños causados en 78 municipios valencianos, como han denunciado los expertos y que tan bien lo ha definido el alcalde socialista de Aldaia: “lechugas por personas”.
Esta frase estará en las conciencias de todos estos políticos del PSPV y de Compromís que para tapar su nefasta gestión cuando gobernaron en la Comunitat se dedican a chillar insultos contra el president Carlos Mazón, hasta el punto que una responsable de Compromís en Paiporta ha llegado a exhibir una pintada que decía “Mazón sin dimisión solo te queda el paredón”.
Pero mucho nos preguntamos porqué los catalanistas de Compromís y los socialistas se negaron a hacer las obras necesarias que ponen de manifiesto los expertos y que hubieran evitado la tragedia y muchas muertes. Porque el día 29 de octubre poco se pudo hacer para evitar el tsunami que se produjo por los barrancos y que inundó decenas de pueblos y las pedanías del sur de la ciudad de Valencia, ya que el agua descarnó los barrancos convirtiendo las olas en fango que entró en las casas y los sótanos.
Sin duda los barrancos hubieran aguantado con las obras de encauzamiento y con las presas proyectadas y no ejecutadas por el gobierno de Sánchez y de Ximo Puig, los cuales han tenido 7 años y 8 años para realizarlas respectivamente. Así pues los expertos han dicho que “esa ley de Ximo Puig dio al Gobierno de Sánchez la excusa perfecta para no hacer la inversión, en línea con sus principios de dejar fluir a los ríos". ¡Y tanto que fluyeron el día 29 de octubre!.
Hay que recordar en todo momento que Pedro Sánchez se escudó en que la ley aprobada por el gobierno de izquierdas del Botánico no le dejaba y el gobierno de Ximo Puig le dio en bandeja la excusa para no invertir en Valencia lo que sí invirtió en Cataluña. Supongo que esta desinversión en nuestra tierra satisfizo a Compromís en su falsa cruzada ecologista y medioambiental, de lo cual tendrán que responder sus líderes en las comisiones de investigación que se han puesto en marcha en el Senado y en las Cortes Valencianas.
También tenemos que tener presente, y así habrá que hacerlo cada vez que los socialistas y Compromís chillan en las Corts, que la Confederación Hidrográfica del Júcar, dependiente de la delegada del gobierno Pilar Bernabé, desaguó la presa de Forata sin avisar a la población, como ha afirmado el alcalde de Algemesí, cuestión que no ha sido aclarada por la negativa por parte de Miguel Polo, responsable de la entidad, de acudir a la comisión de estudio creada en el Ayuntamiento de Valencia.
Los técnicos han hablado y apuntan a la falta de actuación preventiva tanto del gobierno de Sánchez como de Ximo Puig, como origen de la magnitud de la catástrofe de la riada del 29 de octubre de 2024. Por eso hay que tener claro que hay que exigir al gobierno de España que comiencen de inmediato esas obras preventivas, aunque tras escuchar a Pilar Bernabé que está fichando a “expertos en mirada feminista para la reconstrucción” nos quedamos más tranquilos.
[ Fernando de Rosa | Diputado nacional del PP por Valencia | @fernandoderosa4 ]
Pero que panfleto es este. Mazon dimissió. Assassí