Podemos nació hace cinco años a causa del cabreo popular con la política y con los políticos tradicionales. Y de ahí su éxito fulgurante.
Pues ahora que Podemos podía prometérselas muy felices, recabando votos de unos y de otros, va y pierde electores externos, por un lado, y se descompone internamente, por otro. ¿A qué se debe?
Estos hechos, propios de lo que ellos llaman despectivamente “vieja política”, junto a otros, han provocado que el aluvión de marcas y sensibilidades políticas que confluyeron en Podemos tienda a disgregarse, por un lado, y que sus líderes practiquen la purga interna, por otro, en la mejor tradición leninista.
Sorprendentemente, por todo esto, Podemos acaba por resultar el mejor aliado de VOX, otro partido antisistema, aunque de signo opuesto, de gente cabreada con los partidos tradicionales, que busca soluciones expeditivas y sin medias tintas a los viejos problemas y a los nuevos.
Ante esta debacle que se avecina, se explica la unión con Manuela Carmena de sus concejales podemitas, la aproximación a ésta de Íñigo Errejón, el enfrentamiento de Gaspar Llamazares con la podemizada Izquierda Unida y otros fenómenos de ese tipo.
Esto, pues, no ha hecho más que comenzar.
[ Enrique Arias Vega | Escritor, periodista y economista | @EnriqueAriasVeg ]