Una vecina de Paterna ha sido multada por el Ayuntamiento de Benalmádena (Málaga) porque su perro defecó en una calle este municipio malagueño el pasado mes de agosto. Ambos consistorios han cruzado los datos de sus bases de datos de ADN canino y han podido dar con la persona que no recogió el excremento que fue analizado.
El cruce de datos entre ayuntamientos a partir de la información genética del can, al contar ambos consistorios con el servicio de identificación a partir del ADN canino, ha permitido conocer la identidad de la propietaria, a quien se le impondrá una multa de entre 75 y 500 euros.
Paterna implantó el registro genético canino el pasado septiembre y la propietaria dio de alta a su can el día 30 del mismo mes. Como ha quedado demostrado en este caso, el cruce de información a partir del ADN canino permite identificar a los propietarios que dejan las heces de sus perros en la calle o a los que los abandonan o maltratan, más allá de la fecha en que les tomaron la muestra de saliva previa a la implantación del servicio en su municipio.
De hecho, el animal dejó la deposición en Benalmádena en agosto. El municipio malagueño utiliza el ADN canino desde hace 5 años, lo que ha permitido contrastar la información con la que obra en poder del Ayuntamiento de Paterna y proceder a la sanción de la ciudadana.