Mislata celebró la passejà de la Mare de Déu dels Àngels de Mislata, uno de los pocos actos de las fiestas patronales que se han mantenido intactos con el paso del tiempo. Es una de las citas más tradicionales y arraigadas de la localidad y lo es porque ha sabido conservar su imagen genuina y el sabor de las costumbres más valencianas, aquellas que recuerdan la imagen de la Mislata de hace un siglo, cuando era una villa de la huerta de Valencia.
Pero no van ellos solos, porque habitualmente la clavaría invita a las distintas asociaciones y peñas relacionadas con la pólvora que existen en Mislata para que la comitiva sea más numerosa y el acto, si cabe, más colorido y espectacular.
Tras completar el recorrido, ya de noche, la patrona entró en la plaza atravesando un enorme pasillo de fuegos artificiales, el que formaban los tiradores, dispuestos a un lado y a otro. Para acompañar la traca final, los clavarios dispararon también unos fuegos artificiales, para poner un broche de oro a una de las citas más arraigadas de las fiestas de Mislata.