Desde el Ayuntamiento de Mislata han explicado que es la Conselleria quien solicita a los organizadores y revisa los informes, certificados y seguros preceptivos para conceder la autorización del espectáculo. El Consistorio, asegura el gobierno municipal, “no autoriza, no organiza, no patrocina y no subvenciona los bous al carrer”.
El papel del Ayuntamiento se limita únicamente a autorizar la ocupación de vía pública y certificar la tradicionalidad del festejo, “condiciones avaladas en ambos casos por los técnicos municipales e historiadores de reconocido prestigio de Mislata y, por consiguiente, contaron con el visto bueno del gobierno municipal”, aseguran fuentes municipales.
“No autorizar una ocupación de vía pública sólo porque no nos guste lo que se va a celebrar, tiene muy poco de democrático y, al estar avalada por los técnicos, podríamos incluso haber incurrido en alguna ilegalidad”, concluyen desde el Gobierno de Mislata.