Se trata de una iniciativa que persigue dos objetivos. Por un lado, ofrecer apoyo escolar a los estudiantes que lo necesiten, de la mano de profesionales cualificados que pueden atenderles de manera más personalizada. Por otro, busca ayudar a los padres y madres que tienen largas jornadas de trabajo a conciliar la vida familiar y laboral, gracias a un horario flexible que llega hasta las 19.30 horas.
Las clases empiezan a las 17.30 horas y se dividen en dos partes. La primera está fijada hasta las 18.15 horas y es la que dedican a trabajar hábitos de estudio, mientras que en la segunda se organizan juegos cooperativos, al aire libre, dinámicas de grupo, manualidades, etc., para que los estudiantes trabajen otras herramientas que les ayuden tanto a sociabilizarse como a adquirir habilidades escolares.