Este año, el inicio de la elaboración de la paella se adelantó a las 20 horas para evitar servirla a horas intempestivas y para favorecer la asistencia de público.
En total, se utilizaron 200 kilos de arroz, 300 de carne, entre pollo y conejo, 200 de verdura, 40 de tomate, 40 litros de aceite, un kilo y medio de pimentón y medio de colorante.
El alcalde, Carlos Fernández Bielsa, el concejal de Fiestas, Francisco Herrero, y la práctica totalidad de los concejales de la Corporación Municipal ayudaron a los clavarios a repartir las 2.000 raciones entre el numeroso público que se concentraba en la plaza de la Constitución.
Bielsa destacó la respuesta de la ciudadanía en un acto que ya se ha convertido en todo un clásico y animó a la población a seguir disfrutando del resto de actividades del programa.