Año tras año, el Ayuntamiento de Mislata sigue ejecutando el modelo urbanístico basado “en la recuperación de espacios para la ciudadanía y el compromiso con la accesibilidad”. En cada ejercicio se van renovando distintas calles y barrios de la ciudad, en esta ocasión han sido el entorno de la calle Padre Llansol, una de las zonas más transitadas a pie por la cercanía de centros educativos, deportivos y sanitarios, y el barrio de San Francisco, donde se encontraban las calles más degradadas de la ciudad.
Las dos zonas en las que ha actuado el Ayuntamiento presentan ahora aceras mucho más amplias y con nuevo mobiliario urbano. Además, las calles son ahora completamente accesibles tras la eliminación de las barreras arquitectónicas que presentaban algunos vados, el desplazamiento de farolas y cuadros de luces que había en las aceras y eran un obstáculo para los peatones o la instalación de pavimentos táctiles y direccionales en los pasos de peatones (para viandantes con discapacidad visual). En cuanto a las calzadas, el Ayuntamiento también ha repavimentado todas las calles que presentaban baches o síntomas de degradación.
El proyecto del entorno de Padre Llansol incluía también las calles Andalucía, l'Eliana, Campanar, Castellón, Cid y la avenida Buenos Aires. La concejala de Urbanismo, Teresa Peñarrubia, asegura que tras las obras, ya finalizadas, “se ha modernizado una zona por la que pasan a diario miles de vecinos, convirtiendo sus calles, y sobre todo sus aceras, en espacios más cómodos y seguros para la ciudadanía”. Estas calles son lugar de paso para llegar, por ejemplo, a los colegios Ausiàs March, Amadeo Tortajada y Jaume I, al centro de salud, al polideportivo de La Canaleta o al centro sociocultural La Fábrica.
La segunda de las actuaciones, también concluida, ha afectado a varias calles del barrio de San Francisco, concretamente, a Obispo Irurita, Alicante, Isabel la Católica, Santa Teresa y Vall d'Albaida. Esta zona de Mislata contaba con unas aceras muy antiguas que pedían a gritos una renovación urgente para garantizar la seguridad de los viandantes. En ambos proyectos, al tratarse de proyectos de reurbanización integral, se han modernizado también sus infraestructuras, ampliando los imbornales y renovando el alumbrado.
Las mejoras se han completado en unos cuatro meses y la inversión total de los dos proyectos ha rondado los 600.000 euros: 269.734, 47 euros para el del barrio de San Francisco y 325.194, 64 euros para el de Padre Llansol. Estas actuaciones estaban incluidas en el Plan de Inversiones Financieramente Sostenibles de la Diputación de Valencia.