A partir de la exitosa obra de Eric Assonus, el director valenciano Antonio Hortelano versiona y dirige, con muy buen acierto, esta ácida comedia sobre los secretos matrimoniales. Compuesta por el trío actoral de Ángela Cremonte (estupenda en su papel), Alejo Sauras y Álex Barahona (muy acertados en sus roles), la historia nos arrastra hasta una compleja y divertida trama en donde un joven matrimonio decide a exponer sus infidelidades si que ello socave la pareja.
Bajo estos mimbres, Hortelano dirige con precisión un ritmo ajustado al tono de la comedia creando un fondo de sabor tradicional y clásico al juego de réplicas y contrarréplicas de ‘La ilusión conyugal’. Nada queda suelto en las interpretaciones, ni en los recursos del espacio escénico y su decorado. Todo funciona por y para el enredo dialéctico y emocional.
Ayuda, sin duda, la solidez del texto que permite crecer a los personajes (Cremonte saca partido a su personaje), y dar complejidad a la propuesta de la historia. Con un in crescendo muy bien tensionado, ‘La ilusión conyugal’ se convierte una comedia que atrapa e invita a la risa desde la reflexión.
Deseamos que vuelva a Valencia (estuvo en el Teatro Olympia), como un buen ejercicio para el humor y seguir hurgando sobre las pequeñas delicias de la vida conyugal. Vale la pena.
