El porteo es mucho más que una simple manera para llevar a tu bebé. Es una forma de fortalecer el vínculo afectivo, promover el desarrollo saludable y facilitar tu día a día. Esta antigua práctica, cada vez más popular, ofrece una conexión única entre padres e hijos.
Es un dispositivo diseñado para llevar a los bebés cerca del cuerpo, simulando la posición que ocupaba en el vientre materno. Existe una amplia diversidad de portabebés que brindan ventajas únicas a cada madre e hijo, sin embargo, lo importante es que el portabebés elegido permita que el bebé adopte una posición natural y cómoda, con las piernas flexionadas y la espalda redondeada.
Tipos de portabebés
Este mundo de los portabebés es amplio y diverso, pues cuenta con una gran diversidad de opciones que se adaptan a las necesidades y preferencias de cada familia. Precisamente por eso, al momento de comprar uno de estos portabebés, es fundamental conocer las características de cada tipo.
- Fulares: el fular portabebés se caracteriza por sus tiras largas de tela que se atan alrededor del cuerpo. Luego de asegurarse de que se encuentra perfectamente ajustado, es el momento de llevar al bebé. Destacan por su versatilidad y porque permiten muchas posiciones que facilitan el porteo.
- Mei tai: una especie de mochila simplificada, con cuatro tiras de tela que se anudan en la cintura y los hombros. Es fácil de poner y ofrece una gran cantidad de ajuste. Ideales para esas familias que buscan comodidad y versatilidad.
- Mochilas ergonómicas: estos portabebés estructurados ofrecen un gran soporte tanto para el bebé como para el portador. Están diseñados para durar, por lo que suelen tener un panel ajustable que se adapta al crecimiento del bebé y permiten llevarlo en varias posiciones.
- Bandoleras: sencillos y compactos, son ideales para recién nacidos y bebés pequeños. Se colocan sobre un hombro y sujetan al bebé con una tela suave y elástica. Muy prácticos para tareas cotidianas, pero pueden llegar a ser peligrosos si se usan en contextos no aptos.
- Pouch: una bolsa de tela con aberturas para las piernas del bebé. Se presenta como la opción predilecta para bebés recién nacidos o muy pequeños, pues simula la calidez y la cercanía del vientre materno.
Los beneficios del porteo: una unión que fortalece
Al momento de traer a un niño al mundo, lo más importante es brindarle el amor y la comodidad que necesita. A través del uso de portabebés esto se puede lograr, pues el contacto cercano con el cuerpo del cuidador proporciona al bebé una sensación de seguridad y protección, reduciendo el llanto y la ansiedad.
El contacto piel a piel ayuda al bebé a regular su temperatura corporal, su ritmo cardíaco y su respiración, lo que contribuye a un sueño más profundo y reparador. Está bien estudiado cómo la posición vertical que adopta el bebé al momento del porteo favorece mucho su digestión, evitando cólicos y reflujo. Además, no solo se limita a la comodidad, pues favorece el desarrollo psicomotor del bebé, estimulando sus sentidos y habilidades motoras.
En el caso de los padres, el portabebés fortalece el vínculo afectivo en gran medida.
Consejos para elegir el portabebés perfecto
Al momento de elegir un portabebés, es importante considerar distintos factores para poder hacer una compra satisfactoria.
La posición del niño en el portabebés es fundamental. Es importante buscar modelos que permitan que el bebé adopte la posición en "M" con las piernas flexionadas y la espalda redondeada. Esta posición es esencial para el desarrollo saludable de su cadera y columna vertebral.
Si se busca hacer una compra duradera, es necesario tomar en cuenta la adaptabilidad al crecimiento del niño. Existen modelos de portabebés que se adaptan al tamaño y al peso del bebé.
Se debe elegir algo sencillo de utilizar para los padres, para que así al momento de poner en práctica el porteo no se vuelva una tarea tediosa.
Los materiales del portabebés deben ser suaves, resistentes y transpirables para garantizar la comodidad, tanto del bebé como del portador. Evita los materiales sintéticos que puedan irritar la piel del bebé.
