Estos controles especiales realizados tanto en carreteras como en zonas urbanas del municipio se suman a los que, de manera habitual y periódica, efectúan los agentes para mejorar los niveles de seguridad vial ya que, según indican, “vehículos y vecinos comparten muchos espacios públicos y los conductores que ingieren alcohol y/o drogas constituyen un elemento de conflicto y un riesgo añadido para los peatones”.
Por último, el Jefe de la Policía Local de Paterna, Rafael Mestre, ha destacado que “el consumo de drogas afecta a la capacidad de conducción y aumenta el riesgo de sufrir un accidente de tráfico y su presencia en el organismo puede ser castigada con una sanción de 1.000 euros y la detracción de 6 puntos”.
Asimismo, ha recordado que “la negativa a someterse a estos controles de alcoholemia y drogas está tipificada como delito en el Código Penal, que incluso prevé penas de cárcel por este motivo”.