Acció Ecologista-Agró, que dio la alerta sobre la plaga el pasado mes de septiembre, detuvo la primera actuación que quería realizar el Ayuntamiento de Puçol en octubre por considerarla demasiado agresiva para el resto de vegetación y el suelo fértil de la montaña.
Finalmente, la intervención, subcontratada a una empresa privada, se efectuó durante las últimas semanas de noviembre y las primeras de diciembre y, aunque se minimizaron los impactos ambientales, no se han respetado todas las propuestas realizadas por AE-Agró: se han talado pinos secos sin presencia de insectos, se ha utilizado maquinaria pesada, los árboles talados no se han empleado para construir vallas contra la erosión ni como manto ni como cebos naturales, sino que se han vendido como madera para abaratar los costes de la actuación, etc.
La tala de pinos para combatir la plaga de Tomicus destruens y Orthotomicus destruens se ha completado en el mes de diciembre con la colocación de trampas de cairomones. Según la organización ecologista, “ahora habrá que estar atentos y ver cómo evoluciona esta plaga en La Costera, donde todavía falta por actuar en pequeños focos, la mayoría de ellos, de propiedad privada, y en 2015 concentrar las plantaciones del Día del Árbol y del Día del Arbusto en las zonas afectadas por escolítidos”.