Albal ha acogido hoy la apertura oficial de la nueva sede de la Asociación de familiares y personas con enfermedad mental de l’Horta Sud (AFPEM) en el edificio de la Tabacalera, cuya titularidad es del Consell,.
La nueva sede de AFPEM abre las puertas con 18 usuarios, pero tiene capacidad para acoger a más personas con enfermedad mental. Desde su puesta en marcha, antes de la pasada Navidad, han sumado más atenciones en el centro, según ha explicado la coordinadora y psicóloga de AFPEM Horta Sud, Raquel Serrano.
AFPEM trabaja en la reinserción y rehabilitación psicosocial de personas con algún tipo de trastorno social. Tres psicólogas y un fisioterapeuta, desarrollan diferentes terapias personales y familiares, les dan herramientas para trabajar en la prevención del suicidio y de la enfermedad mental, la rehabilitación cognitiva, realizan talleres psicoeducativos, promueven actividades deportivas, teatro terapéutico, así como prestan atención individualizada y domiciliaria.
Los psiquiatras del Centro de Salud de Catarroja derivan a AFPEM a los usuarios. El contacto con la asociación puede hacerse por varias vías; a través de la web afpemhortasud.es, el teléfono del colectivo: 678 200 432 o acudiendo desde hoy al centro en su horario, de 9:00 a 14:00 horas.
Para poder beneficiarse de los programas, los usuarios deben tener un trastorno mental grave (esquizofrenia o bipolaridad), ser adulto (edades comprendidas entre los 18 y 65 años) y que dicho trastorno implique un deterioro importante de su actividad social, funcional y laboral, afectando a la unidad familiar. Además, se exige que no se encuentren en un periodo de crisis, que reciban medicación estable y no presenten patología dual.
AFPEM Horta Sud cumple una década desde su creación, como una asociación no lucrativa de acción social que nace como recurso de rehabilitación, dirigido a personas con enfermedad mental grave que residen en la comarca y que, en la actualidad, atiende a usuarias y usuarios de Benetússer, Silla, Alcàsser, Massanassa y de Beniparrell, Catarroja y Albal, tres municipios estos últimos que aportan su granito de arena económicamente o dotándolo de la infraestructura necesaria para su funcionamiento.
Hasta su creación en 2011, no existía ningún recurso comunitario en la zona que cubriera esta necesidad y es cuando el colectivo puso de manifiesto subsanar esta carencia. “En l’Horta Sud, los aspectos médicos y psicológicos de las personas con enfermedad mental grave están cubiertos por los profesionales de salud mental y atención primaria, sin embargo no existen dispositivos para la rehabilitación e inserción socio-laboral de este colectivo.”, según AFPEM.