La Missa d'Infants cumple cien años

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La tradicional Missa d’Infants, que reúne a miles de devotos cada segundo domingo de mayo, lo ha vuelto a hacer este domingo, 12 de mayo, en el que ha cumplido cien años de celebración en la plaza de la Virgen. La primera de ellas tuvo lugar en 1924 acompañada de los cantos de voces blancas de niños procedentes de colegios valencianos y este domingo, una vez más, ha congregado a una multitud entregada a su Patrona y a las voces blancas que hacen única esta celebración.

Missa d'InfantsA la emblemática celebración de las fiestas de la Virgen de los Desamparados han asistido la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, acompañada por María José Ferrer San Segundo, Juanma Badenas, José Luis Moreno y demás miembros del equipo de gobierno municipal. También asistía la portavoz del grupo socialista, Sandra Gómez, y lógicamente los concejales de Fallas, Santiago Ballester, y Fiestas, Mónica Gil. La Fallera Mayor Infantil de Valencia, Marina García, asistía también acompañada por su Corte de Honor en un lugar destacado y protagonista como corresponde en esta celebración. También asistía la Fallera Mayor de Valencia, María Estela Arlandis, de particular y entre las demás personalidades.

Para conocer el origen del que es “uno de los actos más emblemáticos de la fiesta de la patrona de los valencianos, tenemos que remontarnos un año antes, a 1923”, señala Mª Ángeles Gil, directora del Museo Mariano de la Virgen de los Desamparados (MUMA). Con motivo de la Coronación Canónica de la imagen se celebró una misa de Comunión para niños en la Catedral, acompañada por los cantos de voces blancas infantiles. “Fue tal el éxito que tuvo que, a raíz de esa explosión de devoción y la multitudinaria participación, se planteó sacar esta celebración del interior de la Seo y trasladarla, con permiso del Ayuntamiento de la ciudad, a la plaza de la Virgen”.

Su ubicación se debió a que, al ser organizada por el Ayuntamiento, se buscaba un espacio civil, un espacio común para todos los valencianos, lo más cercano posible a la Virgen. Y su elección vino marcada también por la costumbre de instalar tapices de flor en la fachada de la Basílica, con motivo de las celebraciones en honor a la patrona. “Los tapices eran representaciones artísticas de la Virgen en flor. Precisamente a partir de 1924, se instalará de forma continua, “convirtiéndose así en un retablo para la misa”.

Precisamente, el que fue posteriormente arzobispo de Valencia, monseñor Marcelino Olaechea, impulsor de la Escolanía de la Virgen, definió esta primera misa celebrada en la plaza de la Virgen “como un acto místico al aire libre del pueblo valenciano”, una tradición “que nos ha llegado hasta nuestros días, con sus evoluciones, con sus cambios, pero con el mismo espíritu, con el protagonismo de los niños y la participación de representantes de las principales instituciones y entidades valencianas ”, añade la directora del MUMA.

Esta celebración “poco a poco ha ido adquiriendo relevancia y ha ido más allá de una misa de niños porque hoy se ha convertido en la gran misa, en la gran celebración eucarística de las fiestas de la Virgen”.

Una parte muy importante de esta celebración es el acompañamiento musical que caracteriza a la eucaristía. “La Missa d’Infants cuenta con una evolución musical muy interesante”, señala Luis Garrido, director musical de la Escolanía de la Virgen, agrupación coral que cuenta con un papel protagonista en la celebración. “Tras aquella primera misa en el exterior, donde según las crónicas participaron más de mil niños de las escuelas municipales, la celebración se convirtió en un acto homenaje a la Virgen de los Desamparados”.

En el repertorio “contamos con composiciones de grandes maestros como José Roca, Salvador Chulià o su hijo Vicente Chulià, piezas que permanecen en el recuerdo de los valencianos, como “Al matí cap a llevant”, el Ave María de Romeu; las obras compuestas para la festividad de la Virgen por el que fue canónigo de música sacra de la Catedral, José Climent; o la “Ofrena a la Mare de Déu” de Eduardo López Chavarri, entre otras.

Una interpretación en la que llevan muchos años al frente la coral Juan Bautista Comes y la orquesta Sinfónica del Conservatorio Municipal José Iturbi de Valencia, “a la que se vuelven a sumar, desde el año pasado, los cantos de la Escolanía de la Virgen, cuyos escolanes en las últimas décadas prestaban su ayuda en el altar y las lecturas, pero no con sus cantos”.

La Missa d’Infants “es un acto devocional que recuerda aquella misa de niños celebrada hace cien años y que representa a todos los infantes que cantan ante la Mare de Déu”. Una celebración que tiene la música como hilo conductor, “que nos eleva y nos acerca a Nuestra Madre”. Hoy se ha convertido en un acto multitudinario e institucional, pero “no deberíamos olvidar su germen total y absolutamente infantil, como una misa para niños, y ¿por qué no? ojalá algún día se recupere aquella idea de que los niños puedan venir y cantar”.

Una presencia, la de los niños, que está muy bien representada en la actualidad con la coral Juan Bautista Comes y la Escolanía de la Virgen de los Desamparados “para cuyos alumnos estos días son muy intentos y los viven con mucho entusiasmo”, y por nuestra parte, desde la entidad, “procuramos que sean conscientes que están viviendo unos años muy señalados para la devoción a la Mare de Déu, como el Centenario de la Coronación del año pasado y los cien años de la Missa d’Infants en la actualidad”.

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