La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València ha reducido la edad media de su flota, pasando de los 13 años en 2015 a 7,3 años en la actualidad, con la llegada de los últimos 164 híbridos nuevos, que ya han sido incorporados al servicio diario que presta la entidad.
El plan estratégico de renovación de la flota en la entidad fue impulsado por razones medioambientales, financieras y de seguridad y salud. La llegada de nuevos autobuses ha permitido mejorar la experiencia de las personas usuarias a bordo de los autobuses municipales, pero también reducir el consumo energético, el coste del mantenimiento y, especialmente, las emisiones contaminantes y de efecto invernadero de los autobuses.
La retirada progresiva de los vehículos viejos se basa en criterios como la edad del vehículo, el coste por kilómetro, las emisiones contaminantes y el CO₂ que provoca. Por eso, la renovación de la flota ha permitido reducir las emisiones de CO₂ a la atmósfera en más de 7.000 toneladas en los últimos cuatro años y ahorrar más de 10 millones de euros en mantenimiento y combustible. De hecho, los nuevos autobuses híbridos que circulan por la ciudad consumen un 30% menos de combustible que un autobús estándar.
“La renovación continúa de nuestra flota es una apuesta de futuro para seguir ofreciendo un servicio público de calidad a la ciudadanía, y por eso no se puede entender como una inversión extraordinaria o puntual, sino como una inversión constante. Según estudios de nuestros técnicos, para poder mantener la edad mediana por bajo de los ocho años es necesario que en los próximos años sigamos comprando nuevos vehículos. Por eso, actualmente estamos trabajando en un plan de futuro con este objetivo”, ha añadido Grezzi.