Tras el aviso del vecino y la rápida actuación de los miembros de la Policía de Burjassot y de Godella, se pudo localizar al joven al que encontraron “golpeando la caja registradora con una piedra con la intención de obtener la recaudación”. El detenido intentó huir, sin éxito, al percatarse de la presencia de los agentes.
Un destornillador de punta plana y un calcetín en cuyo interior había 135 euros es lo que encontraron los policías al registrar al individuo, quien fue detenido y trasladado a las dependencias policiales para ser puesto a disposición judicial. Una detención que se ha podido llevar a cabo gracias a la colaboración ciudadana.
Más tarde, y tras varias indagaciones, se pudo localizar el establecimiento que había sido objeto del robo para informar a su propietario de lo ocurrido y conminarle a que interpusiese la denuncia correspondiente.