A mediodía del domingo se celebró la misa de Santa Marta, con la parroquia abarrotada. A continuación, un vino de honor en el Centro Júnior Apocalipsis en el que estuvieron presentes los representantes de la corporación municipal.
La procesión comenzó a las 20 horas con el recorrido habitual: salida desde la parroquia acompañada de la música del Centro Musical e Instructivo Santa Cecilia, recorrido por las calles Ildefonso Fierro, avenida Valencia, avenida Mancomunitat, Padre Buenaventura, Alicante y regreso por avenida Valencia e Ildefonso Fierro a la parroquia, todo ello con la larga comitiva de vecinos presidida por el tabal y la dolçaina y cerrada por Santa Cecilia.
A la llegada a Santa Marta, Vicente Alcácer Yoe volvió a ofrecer uno de esos castillos de fuegos artificiales con los que suele poner el listón muy alto. Ya en el interior, fue el párroco Vicente Gozálvez el encargado de agradecer la presencia de todos y de presentar a los jóvenes que el año que viene serán los encargados de organizar una amplia programación de festejos en honor a la patrona de los hosteleros, como ha sucedido en los últimos años.
El canto del Himno de Santa Marta y las fotos de rigor pusieron punto final a unas fiestas que este año se han reducido a un día, aunque los participantes la han vivido con la intensidad de siempre.