El emotivo regreso de Bojan Dubljevic a la Fonteta: homenaje a una leyenda taronja
Dos años y medio después de su salida del Valencia Basket, el pívot montenegrino Bojan Dubljevic, actualmente jugador del Casademont Zaragoza, regresó este viernes por primera vez a la Fonteta, un escenario donde forjó su leyenda durante once temporadas. El pabellón valenciano le recibió con todos los honores en una velada cargada de emociones que culminó con el icónico grito de ‘Dubi, Dubi’, símbolo de una relación inquebrantable entre el jugador y la afición taronja.
Una bienvenida inolvidable
Antes del inicio del encuentro, la presentación de los equipos se transformó en un homenaje a Dubljevic. El pívot fue el último jugador del equipo aragonés en ser nombrado por la megafonía, y al hacerlo, toda la Fonteta se puso en pie para brindarle una larguísima ovación que se extendió por más de tres minutos. El respeto, el cariño y la gratitud llenaron el pabellón en un momento que quedará grabado en la historia del club.
En el videomarcador, se proyectó un vídeo conmemorativo que recopilaba algunas de las mejores acciones de Dubljevic vistiendo la camiseta taronja, acompañado por el mensaje final: “Benvingut a casa, Dubi” (Bienvenido a casa, Dubi). La respuesta del público fue un estallido de aplausos y emociones, recordando los momentos más icónicos del jugador en el club.
Un reconocimiento a su altura
El homenaje no terminó ahí. El director general del Valencia Basket, Enric Carbonell, le entregó en el centro de la pista un cuadro conmemorativo, un gesto que refuerza el vínculo imborrable entre el jugador y la entidad. Este reconocimiento se suma al anuncio de que, una vez Dubljevic decida retirarse, su camiseta con el número 14 será retirada y colgada en el techo del pabellón. Además, una de las pistas de L’Alqueria del Basket, el complejo de formación del club, llevará su nombre como tributo a su contribución al crecimiento de la entidad.
La ovación en el partido
Una vez comenzado el encuentro, la relación especial entre Dubljevic y la Fonteta volvió a quedar patente. Cada vez que el montenegrino se dirigía al banquillo, la grada taronja lo despedía con el cántico de ‘Dubi, Dubi’, una tradición que durante más de una década simbolizó su liderazgo y compromiso como capitán del equipo.
Aunque esta vez lució los colores del Casademont Zaragoza, Dubljevic fue recibido con el mismo respeto y admiración que cuando defendía la camiseta taronja. La afición no olvidó que fue una pieza clave en los momentos más gloriosos del club, incluyendo el título de la Liga Endesa en 2017, donde fue nombrado MVP de las finales, y las dos Eurocups conquistadas en 2014 y 2019.
Un legado eterno
La noche no solo sirvió para recordar los éxitos pasados, sino también para reafirmar el lugar de Bojan Dubljevic como una de las figuras más importantes en la historia del Valencia Basket. Con 629 partidos disputados, el pívot es el jugador extranjero con más encuentros y temporadas en el club, además de ser el máximo anotador y reboteador de la entidad.
Este regreso fue mucho más que una visita deportiva; fue un encuentro entre un ídolo y su hogar, un lugar que siempre tendrá abiertas sus puertas para recibir a uno de los jugadores más queridos y respetados que han pasado por el Valencia Basket.
Dubi volvió a casa, y la Fonteta le recordó que nunca dejó de ser parte de ella.
