Gracias a esta iniciativa, los 19 niños que participaron en el campamento de Greenpeace descubrieron la importancia que tiene la vegetación autóctona para conservar nuestras playas y minimizar la erosión del litoral.
Gracias al esfuerzo conjunto de todas estas asociaciones, entidades, instituciones y voluntarios, en solo un año la playa de Puçol ha duplicado su biodiversidad y suma ya una veintena de especias de flora dunar, como por ejemplo el Elymusfarctus, el Sporoboluspungens, el cotonet de mar (Otanthusmaritimus), la centinodia marino (Polygonummaritimum), el trébol hembra (Loto creticus), el violero de mar (Malcolmialittorea), la pegajosa (Ononisnatrix) o el lirio de mar (Pancratiummaritimum), que actualmente se encuentra en plena época de floración.
Finalizada la charla sobre la flora dunar de Puçol, los niños del campamento infantil de Greenpeace y los compañeros de AE-Agró Horta Nord protagonizaron una plantación en el Charco Azul de Alborache. Concretamente, los pequeños defensores del planeta plantaron en este mágico paraje del Barranco del Conde una carrasca y tres lirios amarillos como atajadizo a la visita de nuestros compañeros de AE-Agró Horta Nord.