Fotos: Manolo Guallart.- Nos sumergimos hoy en la Feria de la Infancia y la Juventud Expojove que cada año abre sus puertas para que grandes y pequeños ocupen su tiempo en un sinfín de diversión pero con un objetivo, aprender algo nuevo y útil para su crecimiento como personas de pro. Una noble iniciativa que cuenta ya con unos cuantos años, tantos como 37, y cuya semilla ha germinado ya en multitud de poblaciones que han copiado la fórmula con gran éxito.
Luego la eficacia de los estands participantes a la hora de transmitir los valores del lema 'Llegim' ya depende de la pericia o incluso las ganas e intereses -algo que debería quedarse fuera de este tipo de acciones-. Pero así es la naturaleza humana. El error va en el paquete. Con todo, podemos quedar tranquilos y alegres de comprobar cómo, un año más, Expojove colma las expectativas de los más exigentes y los más facilones.
La nota discordante, tristemente discordante, viene este año con el estand de Junta Central Fallera, cuyo papel en esta feria, otrora parida y mantenida por el colectivo fallero, ha ido languideciendo con los nuevos tiempos y manera de hacer las cosas y que, este año, ni siquiera ha identificado su espacio. Pero tal y como reza la última frase de 'Con faldas y a lo loco', "Nadie es perfecto".