Volver al 4ever València Festpor segundo año consecutivo te da una visión de lo complicado que es confeccionar un cartel a cuatro. Ha habido un cambio, de dos días pasamos a uno y es que la fiebre festivalera obliga a ser prudentes. También es verdad que concentrarlo todo en la noche del domingo tiene su riesgo y es que los ‘nostálgicos’ curramos.
No obstante, el cartel previsto para asaltar La Marina estuvo a la altura y sorprendió por su mezcolanza. Una oportunidad a los ‘nuevos’ como La Plata, que ya hicieron bastante con dar la bienvenida a los primeros asistentes, porque el grueso de los ‘4evers’ prefirió hacerlo cuando el sol ya no picaba tanto.
El segundo asalto vino a cargo de unos siempre fiables Los Planetas, que tiró de repertorio y arrancó los primeros bailes, cuando el aforo ya rondaba el cincuenta por ciento, entre sus fieles planetarios.
El tercer asalto, el de Keane, fue el ‘sorpresón’, y casi se impone por KO. Y no porque no lo supiéramos, pero es que, oye, estos chicos, conectan. Los asistentes entraron al trapo casi desde el primer tema con este grupo británico que tira de portentoso teclado y le sobra y le basta con una guitarra y una batería. Será porque, su cantante, Tom Chaplin, es todo desparpajo y encima su voz todo un seguro en materia de conciertos.
Así que el listón quedó muy alto con Keane por su calidad técnica y escénica y en eso que llegaba el momento de poner el broche de oro con Tears for Fears y tenía mis dudas, porque pensaba mecánicamente en esos dos o tres temas recurrentes que todos hemos tarareado de estos británicos que tuvieron sus años locos a finales de los ochenta (ahí es nada). Pero una vez iniciado, y pese a que el paso del tiempo es incuestionable, me conmovió comprobar como tema tras tema (casi todos) fueron un encadenado de los mejores momentos que nos acompañaron a aquellos que ejercimos de jóvenes en los míticos 80.
Siempre fui más de OMD -algo que dejo caer para la organización de cara a la tercera edición- pero reconozco que Tears for Fears cumplieron con creces con la propuesta de un festival que explota a partes iguales lo bueno y lo nostálgico.
¡Les esperamos en La Marina, no hay dos sin tres!
Crónica de Ricardo Ferrer Sanchis para Hortanoticias