Los 20 ecoparques fijos de la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos han recogido un total de 90.922 kilos de ropa desde que entraron en servicio los contenedores para el residuo textil de la fundación Humana.
Cada persona, cada año, entre 20 y 30 kilos
Según los datos facilitados por el EMTRE, cada persona se deshace al año, por término medio, de entre 20 y 30 kilos de residuo textil. Y de toda la ropa que sacamos de armarios, arcones y baúles, el 90% acaba en el vertedero. Sólo un 10% se aprovecha para reutilizarla o reciclarla y darle así una nueva vida. Un par de datos más.
En el Área Metropolitana de València, alrededor del 11% del contenedor gris que llega a las plantas de tratamiento de la EMTRE y hasta un 6% del contenedor marrón es residuo textil. Toda esta ropa que acaba mezclada con los restos de la comida y otros desechos domésticos queda contaminada y no se puede recuperar. Acaba en el vertedero.
Almacenadas en la planta de transferencia de Torrent
La reutilización del textil contribuye a la lucha contra el cambio climático ya que por cada kilo de ropa recuperada -y no conducida a un centro de tratamiento de residuos para su incineración o disposición final- se evita la emisión de 6,1 kg de CO2, según un estudio de la propia ONGD. Además, a este beneficio ambiental hay que añadirle el social: la creación de ocupación verde. La fundación Humana genera un puesto de trabajo por cada 30 toneladas recogidas. Por tanto, la recogida selectiva de 91 toneladas de residuo textil a través de la red metropolitana de ecoparques fijos ha permitido la creación de tres puestos de trabajo y ha evitado la emisión de 558 toneladas de dióxido de carbono.
Para el presidente de la EMTRE y vicealcalde de València, Sergi Campillo, este hecho demuestra "la implicación de los vecinos y vecinas del Área Metropolitana en el reciclaje y la reutilización de las prendas de ropa y el calzado. El mejor residuo es, precisamente, el que no se produce. Por ello, todo lo que contribuya a reducir la cantidad de impropios en los contenedores gris y marrón, que al final acaban en el vertedero, es en beneficio del medio ambiente y, como vemos en el caso de la ropa, en favor de la economía circular y la creación de puestos de trabajo".
Los millones de prendas recuperadas en los ecoparques fijos de la EMTRE son almacenadas inicialmente en la planta de transferencia de la fundación en Torrent y luego se clasifican en la planta de preparación para la reutilización de l'Ametlla del Vallès, en Barcelona.
Como apuntan desde la citada entidad, el primer objetivo siempre es la reutilización, porque el artículo más sostenible es el que ya se ha fabricado y no tiene más costes ni impactos de producción; después, el reciclaje; por último, cuando no queda más remedio, la valorización energética o su envío al vertedero. Los recursos que genera la entidad se destinan a programas de cooperación internacional al desarrollo, y al apoyo local y la agricultura urbana en España.