La plaza de la Iglesia de Paiporta fue escenario de una ofrenda atípica, marcada por la emoción y las lágrimas, donde muchos falleros desfilaron en blusón y parca debido a la pérdida de sus trajes en la DANA. La ofrenda, aplazada por la lluvia, se celebró el sábado 22 de marzo.
Una ofrenda diferente
La ofrenda fue diferente por varios motivos:
Día atípico: Debía celebrarse el 18 de marzo, pero la lluvia obligó a aplazarla.
Ubicación del cadafal: La imagen de la Virgen se situó en un lugar diferente al habitual, debido a la presencia de la falla SOM.
Ramos de flores: Cada comisión eligió el color de sus ramos.
Indumentaria: Muchos falleros desfilaron en blusón y parca, ya que perdieron sus trajes en la DANA.
Emoción y solidaridad
La emoción fue palpable entre los asistentes, especialmente entre aquellos que perdieron sus trajes. La solidaridad también estuvo presente, con comisiones que decidieron no usar sus trajes en apoyo a sus falleras mayores infantiles.
Un mensaje de esperanza
A pesar de las circunstancias, la ofrenda fue un acto de esperanza y resiliencia. La fallera mayor de la Falla Poble expresó su alegría por poder realizar la ofrenda, y la presentadora del evento transmitió un mensaje de esperanza a aquellos que no pudieron lucir sus trajes.
Participación y reconocimiento
Representantes de la comisión Sancho Tello y Convento Jerusalén de Valencia participaron como invitados, y las falleras mayores de Paiporta cerraron el desfile. La ofrenda fue un homenaje a la Virgen y a la capacidad de Paiporta para "volver a levantarse juntos" tras la DANA.