Respecto a la identificación del ADN canino, el sistema es censar a todos los perros de Alaquàs mediante una muestra de sangre. Con ella, cuando un perro haga sus necesidades en la calle y su dueño no las recoja, se tomarán muestras que permitirán identificar al irresponsable y multarlo.
El sistema será gratuito para los poseedores de los perros, ya que se financiará con las tasas de censo canino y resulta de gran efectividad: “en los lugares en los que se ha puesto en marcha el sistema de identificación por ADN, como Xàtiva, se han reducido el número de excrementos en las calles en un 80% en menos de tres meses”, explica Pons.
La medida se compone de dos fases: en la primera se recogerá una muestra de sangre a los perros censados, que se enviará al veterinario y extraerá el mapa de ADN de cada animal. En la segunda fase se recogerán las muestras de heces de la vía pública, se extraerá el ADN y se cotejará con el censo canino, de modo que podrá multarse a quienes cometan la infracción.
“Lo que se persigue es que los dueños de los perros se conciencien de que no se pueden dejar excrementos en las calles sin recoger, y mucho menos en los parques donde hay tantos niños. Será una medida por la que no se pagará nada extra y que servirá, junto con otras acciones que tenemos previstas, para que ir por Alaquàs no sea ir esquivando un campo de minas”, infiere Pons.
Me parece una interesante iniciativa. Caminar por Alaquàs es un auténtico asco, la verdad.