Justo el 4 de septiembre, el día en el que el poeta de Burjassot Vicent Andrés Estellés hubiese cumplido 100 años, el Instituto Cervantes ha abierto su Caja de las Letras para albergar el legado del considerado mejor poeta valenciano desde Ausiàs March.
Entre los objetos depositados en la cámara acorazada de la institución se encuentran un manuscrito del autor; la antología Oli calent del gresol de la vida (2024), que reúne sus tres primeros poemarios, Ciutat a cau d'orella (1953), La nit (1956) y Donzell amarg (1958); el poemario Llibre de meravelles (1971); biografía de Vicent Andrés Estellés La veu d’un poble (2024), de Pau Alabajos; la antología de textos en homenaje al poeta Un ram convuls de síllabes de vidre (2024); un álbum con fotografías personales; dos banderas de la Comunidad Valenciana (una de ellas de 1979, año en el que atacaron un busto erigido en su honor en su localidad natal, Burjassot); dos memorias USB con una relación de las actividades realizadas y previstas con motivo del centenario de su nacimiento; y una rosa de papel, símbolo que popularizó con su poema Cançó de la rosa de paper, en el que homenajea al escritor cubano José Martí.
En el acto Luis García Montero, director del Cervantes, ha afirmado que "pocos poetas ha tenido la literatura escrita en valenciano con la incidencia social y cívica de Vicent Andrés Estellés. Optó por la poesía como una forma de salvación, para huir de la hostilidad, el miedo y las prohibiciones que le tocó vivir, y lo hizo a través de un uso coloquial de la lengua, elevando por primera vez el lenguaje popular valenciano a la categoría de lengua literaria". El director del Cervantes e ha declarado "heredero poético" de Estellés, un autor que cantó siempre "desde la esperanza, la perseverancia y la alegría, por encima de todas las cosas".
María José Gálvez ha recordado el compromiso de Vicent Andrés Estellés "con la palabra y la memoria. Preservar la memoria de nuestros creadores y creadoras y hacerlo abriéndose a la pluralidad, a las distintas lenguas de un país, es un ejercicio de democracia que emociona. Eso es el mejor legado que podemos dejar a las generaciones futuras.
Para el secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí Grau, Estellés reunía "una característica fundamental y no generalizada entre los poetas: una calidad literaria indiscutible, a la vez que una humildad que lo ha hecho un poeta no solo reconocido por la crítica y los intelectuales, sino sobre todo por sus conciudadanos".
En el acto han estado a su vez presentes en el acto Ximo Puig, expresidente de la Generalitat Valenciana; Verónica Cantó e Inmaculada Cerdá, presidenta y secretaria de la Acadèmia Valenciana de la Llengua respectivamente; Àngels Gregori, comisaria del Año Estellés, y Carmen Noguero, secretaria general del Cervantes.
El acto ha concluido con una interpretación de dulzaina y tabal de la célebre canción popular valenciana La Muixeranga, a cargo de los músicos Cristina Martí y Pau Llorca.
Una sólida cultura literaria
De una sólida cultura literaria, compaginó durante gran parte de su vida su oficio de periodista con su vocación de poeta. Estellés se caracterizó por el carácter popular de su obra, que le condujo a conectar con distintas generaciones de lectores.
Escribió sobre la vida cotidiana del pueblo valenciano, sobre su alegría de vivir, pero también sobre la dureza inclemente de la posguerra, desde una mirada impregnada de libertad.
Entre sus obras destacan Llibre de meravelles, crónica sobre el período de la posguerra en la ciudad de Valencia; y el Mural del País Valencià, dos mil páginas divididas en 27 libros y tres volúmenes que componen un canto único de la historia, el paisaje, los pueblos, la gente y la cultura del pueblo valenciano.