La primavera ha traído consigo la fructificación de muchas especies vegetales, entre ellas las de género Populus, como los chopos, álamos o sauces.
Sus frutos se caracterizan por estar recubiertos por un penacho algodonoso que favorece la dispersión de las semillas por el aire para colonizar nuevas zonas y expandirse. Según advierte Raúl Quílez, técnico forestal del Consorcio Provincial de Bomberos de València, “este penacho, en condiciones de temperaturas altas es muy inflamable y, año tras año, supone una frecuente fuente de incendios en estas fechas”.
Por eso, el Consorcio lanza un mensaje de prevención a la ciudadanía para evitar incendios en las zonas donde se encuentren estas especies vegetales y el penacho algodonoso que las caracteriza, y que se puede detectar a simple vista.