Una ruptura total con Imelsa, un punto y aparte, que pretende devolver la confianza a los ciudadanos en las empresas públicas y devolver la dignidad a los trabajadores “que nada tuvieron que ver con la anterior etapa y con la mala reputación”. Es el principal objetivo del cambio de nombre de DivalTerra, la marca con la que la Diputación de Valencia pretende eliminar cualquier referencia a Imelsa.
Los gerentes han explicado que “Divalterra es una empresa viva, abierta a cualquier programa de actuación que suponga una mejora en la calidad de vida de los valencianos y valencianas. Queremos que la empresa merezca el orgullo de la ciudadanía, y para ello la calidad debe ser el elemento definitorio de nuestro trabajo”.
Víctor Sahuquillo y Agustina Brines han fijado como prioritario “el establecimiento de un plan de formación interno, que permita una mayor profesionalización y especialización de la plantilla; algo imprescindible para que las acciones que se desarrollen sigan los criterios de calidad que nos hemos autoimpuesto”.
La nueva DivalTerra asumirá 730 trabajadores de Imelsa, de los que 550 pertenecen a las brigadas forestales. Brines recordó que ya se han dado unas 25 bajas y "que la plantilla sufrirá o no una remodelación o una reestructuración dependiendo a las futuras necesidades".