A media tarde, la iglesia de Sant Jaume Apóstol se convirtió en punto de encuentro para clavarías, asociaciones, fallas, colectivos y también para la reina de las fiestas que junto a sus damas de honor y la corporación municipal, participaron en esta emotiva ofrenda que finalizó en el Mercat Vell.
Para concluir con las celebraciones en honor a la Virgen de los Desamparados, se celebró la solemne procesión por las principales calles de Moncada, con la destacada participación de los anderos que portaron a hombros la imagen durante todo el recorrido. Como fin de fiesta se disparó un castillo de fuegos artificiales.