El ex alcalde de Manises y ex presidente de Emarsa, Enrique Crespo, ha declarado hoy como acusado en el juicio por el llamado caso Emarsa que investiga el supuesto desvío de dinero público destinado a la gestión de la depuradora de Pinedo. Crespo se ha limitado a justificar los ingresos en metálico en los años que fue presidente como regalos de su ex suegro y cancelaciones de plazos fijos y ha asegurado que, cuando él llegó a Emarsa, “ya había muchos jefes con padrinos en el Ayuntamiento de Valencia.
Al ex alcalde de Manises se la ha preguntado sobre ingresos en metálico que realizó entre 2004 y 2007 (un total de 42.000 euros) y este ha asegurado que eran regalos de su ex suegro que cesaron cuando se separó de su esposa en 2007. Sobre otras transferencias que recibió por valor de 170.000 euros con las que liquidó varios créditos hipotecarios, Crespo ha explicado que fueron fruto de cancelación de imposiciones a plazo fijo.
Del mismo modo que se ha desvinculado del personal que ya estaba allí cuando él llegó, el que fuera vicepresidente de la Diputación con Alfonso Rus también ha asegurado que los regalos que se hacían desde la empresa por Navidad a consejeros y otros compromisos políticos eran “tradición” y él se limitó a continuarla. Preguntado sobre por qué siguió con ello sabiendo que la situación económica de Emarsa era mala, Crespo ha respondido que, en la época de Esteban Cuesta como gerente “llegó más financiación”.