El Juzgado de Primera Instancia de Catarroja ha condenado a un protésico dental a una pena de ocho meses de multa, con una cuota diaria de seis euros y una pena de un día de privación de libertad por cada dos cuotas incumplidas, a Oscar. F. B., por ejercer de odontólogo sin serlo lo que implica un delito de intrusismo profesional.
El acusado realizaba labores propias de un dentista y trataba a pacientes en su taller-laboratorio, situado en una céntrica avenida de Sedaví, con el consiguiente riesgo para la salud de los ciudadanos que allí acudían. Y es que tal y como se recuerda desde el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia (ICOEV) un protésico dental sólo está facultado para fabricar y reparar prótesis y en ningún caso puede intervenir en la boca de los pacientes.
Con este fallo -que reconoce un delito tipificado en el Código Penal en su artículo 403.1- queda demostrado que el condenado ha ejercido funciones y tratamientos propios de un profesional odontólogo colegiado, sin serlo ni tampoco ofrecer las garantías profesionales y legales que la ley exige para sus paciente.
La sentencia, facilitada por el ICOEV -que en este caso ha ejercido como acusación particular- considera probado que el protésico dental ha venido realizando funciones propias de un odontólogo, como tratamientos y visitas odontológicas, toma de medidas bucales para hacer prótesis dentales con instrumental y medios propios de esta profesión, careciendo de título académico necesario para su ejercicio, exigido con arreglo a legislación.
Desde hade años, el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia ha asumido el intrusismo y la mala praxis profesional como un objetivo a combatir con los medios disponibles. Tanto acciones jurídicas como campañas divulgativas de concienciación, desarrolladas de forma pionera y utilizando el humor para suscitar el interés del ciudadano, en este caso, receptor de servicios de odontología.
Por estas razones, el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos ha ejercido como acusación particular contra este protésico dental que se ha hecho pasar por odontólogo, asumiendo en su clínica funciones propias de la odontología sin tener el título necesario ni con ello, estar adecuadamente formado por realizar estos trabajos.