Según el portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Catarroja, Jesús Monzó, la situación se ha prolongado durante años “ante la pasividad de todas las administraciones, especialmente, de la local”.
“Lamentamos que el Ayuntamiento de Catarroja no haya decidido tomarse el tema en serio y sólo se haya limitado a pedir a los propietarios el derrumbe de las naves”, ha declarado Monzó quien, por otra parte, ha mostrado su alegría por el hecho de que este año el concurso de allipebre se haya trasladado a otro lugar porque “el año pasado, la situación de las naves ya era dramática, por este motivo, se tuvieron que acordonar las naves”. Aún así, asegura Monzó, el peligro fue más que evidente y se trasladó el malestar a la primera edil.
Compromís considera que “las naves crean impacto visual y están en una situación muy peligrosa, como aseguran también los informes emitidos por los técnicos municipales”. Monzó asegura que los plazos que el Ayuntamiento ha dado a los propietarios ya se han cumplido y ahora le toca al Ayuntamiento actuar de oficio y pedir ayuda a las administraciones. El precio que se estipula para derribar las naves es de 150.000 euros, dinero que tendría que desembolsar el Ayuntamiento para después reclamárselo a los propietarios.