La maravillosa biodiversidad de nuestro planeta no deja de sorprendernos, en esta ocasión, con especies que parecen salidas de un cuento de hadas, como el dik-dik. El objetivo de Bioparc es velar por la preservación de la naturaleza y con este fin participa en cerca de 50 programas internacionales de reproducción de especies en peligro de extinción. Fruto de una de estas acciones conservacionistas ha nacido en el parque valenciano la segunda cría de Dik-dik de Kirk (Madoqua kirkii). El recién nacido permanece estos días en el recinto interior bajo los cuidados de sus abnegados progenitores y la supervisión del equipo técnico de Bioparc, para garantizar su máximo bienestar.
En esta especie monógama, la “familia” está formada por el macho que llegó de Montpellier (Francia), la hembra de Landau (Alemania) y la nueva cría, de la que todavía se desconoce el sexo. La joven hembra que nació en abril de 2020 durante el confinamiento por la pandemia, como ocurre en la naturaleza al llegar a la edad adulta dejó de convivir con sus progenitores y se trasladará a otro parque para contribuir al programa de conservación de su especie. En Bioparc Valencia habitan un recinto multiespecie realmente especial del bosque ecuatorial que comparten con los duiker rojo de Natal, los bongos orientales y las grullas coronadas cuellinegras. Su aspecto es verdaderamente tierno y su coloración va del gris amarillento al marrón rojizo en su espalda y del gris al blanco en su vientre. Únicamente los machos presentan cuernos y una característica muy distintiva del dik-dik de Kirk es que su hocico que presenta una particular elongación a modo de probóscide.