El cierre puntual de varias playas de la localidad de Alboraya por la aparición de niveles altos de bacteria E.coli en el agua en las últimas semanas ha desatado una ola de inseguridad y falta de confianza de los turistas que ya están sufriendo los hosteleros de la zona. El Ayuntamiento está recogiendo las quejas de los empresarios, molesto también por lo que consideran una “alarma injustificada”.
Ayer, el sindicato CSIF alertó de falta de efectivos sanitarios en las zonas de playa de l’Horta Nord y destacó especialmente la carencia en la Patacona aludiendo a que los casos de gastroenteritis se habían incrementado estos días por el estado del agua.
Tras consultar a los centros de salud de la localidad, el Ayuntamiento de Alboraya ha confirmado que en ningún momento se han tenido problemas de aumento de casos por gastroenteritis, ni por ninguna otra enfermedad en los centros de salud, así como tampoco existen problemas de falta de personal médico.
Por otra parte, la Policía Local ha advertido de que la presencia de caravanas en la zona de las playas no presupone ningún asentamiento y están todas controladas. Asimismo, desde el Gobierno municipal insisten en que “las playas están muy vigiladas y si aparece algún problema se cerrarían inmediatamente para prevenir cualquier incidencia en la población”.