Fotos: Félix Perona y Vicente Almenar.- La Basílica de la Virgen de los Desamparados ha abierto sus puertas este miércoles, 24 de noviembre, a las 7 de la mañana en punto para iniciar el solemne Besamanos a la Mare de Déu organizado en estas fechas, de forma excepcional -normalmente se celebra en el mes de mayo, el mes de María-, que finalizará tras el paso del último devoto y que se está desarrollando cumpliendo el protocolo frente a la pandemia que marca la conselleria de Sanidad.
La primera devota que ha realizado el “pase reverencial” ante la imagen de la Virgen de los Desamparados ha sido Ana Isabel Gómez, que estaba esperando en la puerta de la Basílica desde las 4:45 horas de la madrugada, quien ha acudido porque, según sus palabras, “tengo mucho que pedirle a la Mare de Déu y mucho más que agradecerle”.
Muchos de ellos repetían y nunca han faltado a su cita del Besamanos: “nos hemos levantado a las cinco de la mañana para venir porque teníamos muchas ganas de poder verla tan cerca”, asegura una devota, al igual que un matrimonio que “casi no hemos dormido para llegar pronto”. Y todos comparten una “alegría inmensa” al poder estar frente a la Mare de Déu” y la petición de salud y del fin de la pandemia.
Y no sólo hay jóvenes y adultos esperando su turno para hacer el pase reverencial ante la Virgen, también hay niños que antes de ir al colegio se han sumado al Besamanos: “vamos a hacer la reverencia a la Virgen y después me voy a la Escolanía”, decía uno de ellos, mientras que un matrimonio que ha acudido “todos los años desde que nacieron nuestros hijos” han querido estar hoy “también con ellos, antes de llevarlos al colegio, para pedir por todos nosotros y nuestras familias”.
Un centenar de voluntarios y retén de emergencias médicas
En este Besamanos excepcional, celebrado en noviembre en lugar de la fecha tradicional en mayo, cerca de un centenar de voluntarios de los Seguidores de la Virgen, de la Corte de Honor y els “Eixidors” velarán, durante toda la jornada, por el buen cumplimiento de las medidas sanitarias frente a la pandemia, haciendo turnos en grupos de veinte.
Igualmente, las oraciones que se realicen en el templo a lo largo de toda la jornada tendrán muy presentes a las víctimas de la pandemia y se pedirá por el fin de ella y los fieles también podrán colaborar con la obra social que impulsa la Basílica destinada a la Fundación Maides, Villa Teresita, Provida y obras de caridad de la Basílica.